Las 7 maravillas de la historia judía

7 hitos increíbles que desafían los patrones históricos y cumplen antiguas profecías.


Imagina que un extraterrestre llega a nuestro planeta. El primer día que pasa aquí con nosotros, es testigo de dos eventos: la partición del Mar Rojo y el nacimiento de un bebé. 

¿Cuál crees tú que él considerará un milagro más grande?


La mayoría de los extraterrestres dirían que el nacimiento de un niño parece un milagro más grande que la partición del Mar Rojo. Sin embargo, si te preguntaran a ti si el nacimiento de un niño es un milagro, probablemente dirías que no.

 ¿Por qué?

Porque todo el tiempo nacen niños. En el mundo nacen por lo menos cinco niños por segundo. Cuando algo ocurre todo el tiempo, lo damos por sentado y pensamos que es algo natural. Pero cuando lo miramos como si fuéramos extraterrestres, entonces podemos ver que es un milagro increíble.

Ahora tratemos de observar la historia judía desde una perspectiva similar, dejando de lado cualquier conocimiento previo que tengamos. 

¿Acaso los eventos que experimentó nuestra nación durante los últimos 3.000 años, parecen ser eventos ordinarios, o hay aquí algo único y tal vez milagroso?

Es más, hagamos de cuenta que nunca escuchamos hablar sobre el pueblo judío. Ahora decidamos: ¿estos eventos son coincidencias o providenciales?

El rey Luis XIV mantuvo una interesante discusión con el famoso filósofo y matemático católico del siglo XVII, Blaise Pascal. El rey le pidió a Pascal que le mostrara evidencia de lo sobrenatural, y Pascal le respondió: "¡Los judíos, su majestad, los judíos!".

Todo el que estudia la historia judía percibe que hay algo singular en ella. Sin embargo, lo que muchos no saben es que el curso inusual y poco lógico de la historia judía fue predicho con todos sus detalles por nuestra Torá. Vamos a examinar siete fenómenos singulares de la historia judía y en otro artículo analizaremos las siete profecías que predijeron con precisión estos fenómenos. Luego, de ti dependerá evaluar si estos eventos pudieron haber ocurrido a través de canales naturales de la historia humana o si, tal vez, "alguien" estaba moviendo los hilos detrás de las escenas.


MARAVILLA #1: EL PUEBLO JUDÍO ES ETERNO


En Bereshit 17:7, Dios le promete a Abraham que el pueblo judío será eterno. Dios dice:

"Estableceré Mi pacto entre Mí y ti y entre tu descendencia después de ti a través de sus generaciones, como pacto perpetuo, para ser Dios para ti y para tu descendencia después de ti".

Sabemos que los pactos sólo son buenos mientras las dos partes cumplan sus compromisos. Si una de las partes se retira, el trato se anula. ¿Qué pasaría si los judíos no cumplen su pacto con Dios?

Veamos esta profecía:

"Pero a pesar de esto, mientras estén en la tierra de sus enemigos Yo no los habré despreciado ni los habré rechazado para exterminarlos a fin de anular Mi pacto con ellos, ya que Yo soy su Dios. Recordaré para ellos el pacto con los ancestros a los que saqué de la tierra de Egipto ante los ojos de las naciones, para ser Dios para ellos" (Vaikrá 26:44-45)

En otras palabras, incluso cuando las cosas se ponen feas, incluso cuando el pueblo judío deja de seguir la Torá, el pacto no se romperá. Dios promete que esta relación existirá para siempre.

Si conoces un poco la historia del mundo, notarás de inmediato que se trata de una predicción muy extraña. A fin de cuentas, las naciones crecen y caen. No existen eternamente. ¿Acaso conoces personalmente a algún edomita? ¿Alguien tiene un buen amigo que sea moabita? La historia ha visto el surgimiento de muchas civilizaciones poderosas: los persas, los babilonios, los moabitas, los edomitas, los romanos. Pero hace tiempo que todos han desaparecido.

¿Por qué la Torá iba a predecir la supervivencia eterna del pueblo judío? Más extraño aún: ¿cómo es que los judíos, una civilización mucho más antigua que los persas o los babilonios, siguen existiendo?

Muchas personas notaron este extraño fenómeno. Uno de los más famosos es Mark Twain, quien escribió un ensayo titulado "Respecto a los judíos" (The Complete Essays of Mark Twain, pág. 249).

"Los egipcios, los babilonios y los persas se elevaron, llenaron el planeta de sonido y esplendor y luego se desvanecieron como un sueño. Les siguieron los griegos y los romanos y también hicieron mucho ruido, pero desaparecieron. Otros pueblos surgieron y mantuvieron en alto su antorcha por un tiempo, pero la llama se apagó y ahora se sientan en la penumbra o desaparecieron. El judío los vio a todos, sobrevivió a todos y ahora es lo que siempre fue, sin exhibir decadencia, enfermedades de la edad ni debilidad de ninguna de sus partes, sin disminuir sus energías, sin perder su capacidad de estar alerta ni su mente agresiva. Todas las cosas son mortales menos los judíos; todas las otras fuerzas pasan, pero él permanece. ¿Cuál es el secreto de su inmortalidad?"

Leo Tolstoy, un cristiano creyente, también se asombró de esto. Él escribió (Jewish World, Londres, 1908):


“El judío es el emblema de la eternidad. Es a quien ni el asesinato ni la tortura de miles de años pudieron destruir, a quien ni el fuego, ni la espada, ni la inquisición pudieron borrar de la faz de la tierra. Fue el primero en producir los Oráculos de Dios. Es quien ha sido por tanto tiempo el Guardián de la Profecía y se la ha transmitido al resto del mundo. Tal nación no puede ser destruida. El judío es tan duradero como la eternidad misma”.

¿Has oído hablar de un libro llamado Los protocolos de los sabios de Sion?


Se trata de un libro que supuestamente son las actas de las reuniones secretas mantenidas cada cien años por rabinos judíos de todo el mundo, con el propósito de trazar el curso de la historia mundial para los siguientes cien años.

A propósito, Los protocolos ha vendido más copias que cualquier otro libro de la historia, con excepción de la Biblia. ¿Por qué la gente se lo cree? Odiaron a los negros y a los orientales, pero no hay libros llamados Los protocolos de los sabios de África. De alguna manera Los protocolos de los sabios de Sion tiene sentido en la mente de la gente. Leen el libro y piensan: "¡Sí! ¡Obviamente estos judíos se reúnen cada cien años y planean la historia del mundo!".

De alguna manera, en su conciencia colectiva, el mundo notó que los judíos siempre estamos dando vueltas.

Paul Johnson, un historiador no judío, escribió un libro muy vendido llamado La historia de los judíos. Al final del libro, él nos da una tesis respecto a por qué los judíos sobrevivieron tanto tiempo: "Los judíos creyeron que son un pueblo especial con tanta unanimidad y pasión, durante un período de tiempo tan largo, que se convirtieron en uno". En otras palabras, una profecía autocumplida.

De inmediato surgen dos problemas. En primer lugar, ¿hay aquí alguien que piense que los judíos pueden creer alguna cosa de forma unánime? ¿Escucharon la famosa expresión "dos judíos, tres opiniones"?

(De hecho, una vez estábamos en la universidad, y un profesor dijo: "Ya saben cómo es: dos judíos, tres opiniones…". Un hombre levantó la mano y con toda seriedad le dijo: "Yo oí que eran tres judíos, cuatro opiniones". El profesor lo miró y le dijo: "Muchas gracias, acaba de probar mi tesis").

En segundo lugar, ¿tiene sentido que sólo los judíos deseen convertirse en una nación eterna? ¿Acaso todas las otras naciones pensaron: "Está bien. Ya estuvimos suficiente tiempo en el mundo. Supongo que ya es hora de ser conquistados y extinguirnos…"?

Finalmente, incluso si los judíos creyeron que eran un pueblo eterno, ¿simplemente creer algo lo convierte en realidad?

Si yo decido creer que soy médico, entonces, ¿eventualmente me convertiré en uno?

Obviamente las cosas no funcionan de esta forma. Las naciones no desean ser destruidas. Ni tampoco pueden convertirse a sí mismas en una nación eterna sólo porque lo deseen. Es por eso que la eternidad del pueblo judío es ciertamente un milagro.

 

MARAVILLA #2: LA DISPERSIÓN

El hecho de que seamos una nación eterna se vuelve todavía más asombroso cuando consideramos que los judíos ni siquiera poseemos las características básicas que definen una nación: Tierra, lenguaje e historia.

¿El pueblo judío tiene una tierra común?


Bueno, durante 2.000 años la gran mayoría del pueblo judío no puso un pie en la tierra de Israel. Todas las otras naciones del mundo tenían una tierra común en la que se asentaron y vivieron, pero durante la mayor parte de nuestra historia, los judíos nunca tuvimos una tierra propia. Israel era un sueño compartido, pero no una tierra compartida.

¿Cuántos judíos hablan hebreo hoy en día? ¿Cuántos lo hablan bien? Durante la mayor parte de nuestra historia, la mayoría de los judíos no hablaban el idioma. Seguro, en la sinagoga la porción de la Torá se leía en hebreo, pero los idiomas que se hablaban eran arameo, ladino, ídish, francés, inglés, español y muchos otros.

¿Qué hay respecto a una historia común? Bueno, tendríamos que retroceder bastante en el tiempo para encontrarla. Durante los últimos siglos, los judíos estuvimos dispersos por todo el globo, así que, por cierto no tenemos una sola historia común.

Por lo tanto, no sólo el pueblo judío es un mal candidato para ser una nación eterna, sino que sin una tierra durante 2.000 años, sin un lenguaje y una historia común, apenas somos candidatos para ser una nación cualquiera. Es por eso que haber superado los desafíos de la dispersión es claramente una maravilla.
 

MARAVILLA #3: EL ANTISEMITISMO

Veamos la otra cara de la moneda. ¿Cuáles son los tres factores que hacen que las naciones se desintegren y desaparezcan?

En primer lugar, son conquistadas por otra nación y eventualmente se asimilan a la cultura dominante. Pero, ¿qué ocurre entre la conquista y la asimilación? La persecución. La nación más fuerte llega y dice: "No nos gusta que se vistan de forma diferente, que hablen un idioma diferente, que practiquen un culto diferente… Pensamos que deben ser como nosotros".

 Los sociólogos llaman a esto "la aversión a lo diferente". Eventualmente, alguien lo entiende: "¿Saben por qué somos perseguidos? ¡Es por ese asunto de 'la aversión a lo diferente'! Dejemos de lado nuestras diferencias y nos van a tratar mejor". Y funciona. Mientras más desaparecen las diferencias, mejor los tratan. Antes de que puedas darte cuenta, ya fueron absorbidos en la nación conquistadora.

¿Alguna vez escucharon decir que hay demasiada influencia edomita en el gobierno? ¿Qué los babilonios controlan los medios de comunicación? Por supuesto que no. Estas naciones hace tiempo han perdido sus identidades. Eso es lo que ocurre cuando las naciones se asimilan a la cultura dominante.

¿Pero qué pasa cuando los judíos tratan de asimilarse? ¿Dónde vemos que los judíos trataron de asimilarse en masa a la cultura que los rodeaba?

En Alemania. Hace 150 años, encontramos en Alemania uno de los esfuerzos más concentrados por parte de masas de judíos por asimilarse a la sociedad alemana. Después de generaciones de intolerancia y persecuciones, llegó la Ilustración y muchos judíos pensaron que finalmente tenían una salida. "Esta es nuestra oportunidad de liberarnos de toda esta 'aversión y antipatía'", pensaron. "Los alemanes dicen que nos odian porque comemos diferente, nos vestimos diferente, rendimos culto de forma diferente, no nos casamos con sus hijas… entonces abandonaremos todas nuestras diferencias y nos volveremos como ellos".

¿Y qué ocurrió? Una anomalía histórica. Por primera vez en la historia, en vez de la aversión a lo diferente, de repente tuvo lugar la aversión a lo similar. Los nazis dijeron: "No los odiamos porque son diferentes, ¡ahora los odiamos porque intentan ser como nosotros!". Y respondieron con la brutalidad más despiadada que el mundo ha visto.

¿Qué pasó aquí? Se suponía que mientras más abandonáramos nuestras diferencias, más fácil sería mezclarnos con la cultura dominante! ¡El Holocausto fue algo completamente contrario a todas las reglas normales de la historia!

¿Por qué de alguna manera extraña, todas las reglas de la historia se invierten cuando se trata de los judíos?

Porque Dios tiene un plan. Dios le dice a los judíos: "Yo no cree el mundo para que los judíos se extinguieran. Ustedes deben ser una nación eterna. Así que para ustedes, las leyes de la historia se invertirán. Para todas las otras naciones perseguidas, existirá la regla de "aversión a lo diferente". Ellos dejarán de lado sus diferencias y desaparecerán. Pero cuando los judíos traten de despojarse de su identidad nacional, Yo no permitiré que eso suceda. En vez de que la asimilación disminuya la persecución, serán odiados todavía más cuando traten de asimilarse".

Dios controla la historia de la misma manera que controla la física, la ciencia y la naturaleza. Si Dios les promete a los judíos que serán un pueblo eterno, entonces las leyes de la naturaleza simplemente tendrán que cooperar.

Otro ejemplo de esto es que los judíos somos conocidos en todo el mundo como la nación que deambula. Hemos vivido la mayor parte de nuestra vida nacional en el exilio, dispersos por todo el globo.

¿Se te ocurre algo menos propicio para ser una nación eterna?

Somos personas inteligentes, intentemos resolver esto con lógica. ¿Qué característica podría tener esta nación para mantenerla unida a pesar de su dispersión?

Qué tal esto: Los judíos serán amados por todo el mundo y las naciones del mundo se asegurarán que sigan existiendo, sin importar en dónde estemos. "¡Ah, esos maravillosos judíos! Debemos mantenerlos siempre vivos y a salvo".

Sí, seguro.

Sin importar a dónde fueran, los judíos sufrieron un odio que el mundo no vio hacia ningún otro pueblo. No se trata sólo de "No queremos a estas personas en nuestro club". No es sólo: "No los queremos al frente del autobús". Es: "No queremos a esta gente viva".

El antisemitismo no sólo es intenso, sino que también es irracional. Somos la única religión que prohíbe de forma absoluta comer cualquier clase de sangre, sin embargo estamos plagados de líbelos de sangre. Dijeron que envenenamos los pozos de agua de Europa, pero ignoraron por completo que bebíamos de esos mismos pozos. El antisemitismo es un odio increíblemente intenso, totalmente irracional y absolutamente universal.

En el año 1987 hubo en Israel un congreso sobre antisemitismo promovido por el presidente Jaim Herzog. El profesor Michael Curtis de la Universidad de Rutgers habló sobre la irracionalidad del antisemitismo:

"La irracionalidad del antisemitismo radica en el hecho de que ningún otro pueblo del mundo ha sido acusado simultáneamente de alienarse de la sociedad y de cosmopolitismo, de ser explotadores capitalistas y también revolucionarios comunistas. A los judíos se los acusa de tener una mentalidad imperiosa y a la vez de ser el pueblo del libro. Se los acusa de ser agresores militantes y al mismo tiempo de ser cobardes pacifistas. De ser el pueblo elegido y también de tener una naturaleza humana inferior. De arrogancia y timidez. De individualismo extremo y de adhesión comunitaria. De ser culpables de la crucifixión de Jesús y al mismo tiempo de ser responsables de la invención del cristianismo… Todo y su opuesto son buenos motivos para el antisemitismo".

Así de irracional es el antisemitismo. Sea lo que sea que odias, eso es lo que son los judíos. Es algo que va en contra de la naturaleza, una anomalía en la historia.
 

MARAVILLA #4: POCOS EN NÚMERO

¿Cómo lograron otras naciones, como China e India, durar tanto tiempo? Tal vez su éxito puede ayudarnos a entender qué ocurrió con los judíos.

Los chinos y los indios obviamente tienen las ventajas de tener una tierra, un idioma y una historia compartida. Pero definitivamente estas civilizaciones sufrieron conquistas. ¿Por qué no desaparecieron?

¡Porque son muy numerosos! ¡Hay tantos que cuando llegaron los conquistadores, se los tragaron! Son demasiados para poder simplemente desparecer y extinguirse. Digámoslo de esta manera: si alguno de ustedes está contemplando la posibilidad de conquistar un país en el futuro cercano, ¡manténganse lejos de China e India!

¡Entonces quizás ese es el secreto! Tal vez los judíos son tan numerosos que es imposible superarlos. Es cierto, es casi imposible predecir la existencia de una nación eterna. Es verdad, el exilio y la dispersión no tienen sentido. Verdad, habrá terrible antisemitismo, Pero tal vez serán tantos que no será posible hacerlos desaparecer.

¿En serio?

¿Sabes cuántos judíos hay en el mundo? Yo estimo que entre 14 y 15 millones. Hay un gráfico de "La dispersión judía" de Lashinsky. En la parte inferior del gráfico hay una pequeña línea discontinua que rebota en la parte inferior del gráfico. Esa pequeña línea representa el número de judíos en el mundo. Durante el imperio romano, los judíos constituían el 9% de la población. Una mirada demográfica simple nos dice que sin las Cruzadas, los pogromos, el Holocausto, la asimilación… el pueblo judío contaría hoy con más de cien millones de personas.

Hemos perdido entre el 90 y el 95% de nuestra nación. Seguimos disminuyendo, pero seguimos rebotando hacia arriba y hacia abajo, aguantando a duras penas, en la parte inferior del gráfico. Demográficamente, deberíamos haber hecho las maletas hace tiempo. ¿Por qué no lo hacemos?

"Y quedarán pocos en número entre las naciones a las que Dios los conduzca" (Devarim 4:27)

A pesar de que nuestro pequeño tamaño prácticamente garantizaría el fracaso de la profecía de ser una nación eterna, la Torá predice exactamente eso. Sí, serán perseguidos; sí, muchos serán aniquilados, pero seguirán siendo una nación.

La Torá nos dice: "Zejor iemot olam". 'No pierdas de vista la historia'. Y al hacerlo, comenzarás a percibir que "algo" o "alguien" está moviendo los hilos detrás del escenario. No importa si el mundo te odia, te persigue, te dispersa por todo el globo… De alguna manera ustedes mantendrán su identidad intacta, aunque sean la nación más diminuta que exista.


MARAVILLA #5: UNA LUZ PARA LAS NACIONES

A los judíos les dijeron que debían ser "una luz para las naciones".

¿Qué significa esto?

¿Cómo es posible que un pueblo pequeño, exiliado y disperso por todo el globo, despreciado por todas las naciones de la tierra, pueda ser "una luz para las naciones"? Esto se está volviendo algo totalmente irracional. ¿Quién nos va a prestar atención?

Hay un libro llamado Las grandes religiones del mundo. ¿Quiénes piensas que están allí? El cristianismo. El budismo. El islam. Y, por supuesto, hay un capítulo sobre los judíos.

¿Qué hace que el cristianismo sea una de las grandes religiones del mundo? ¡2.400 millones de adherentes! ¿Qué hace del islam una de las grandes religiones del mundo? 1.800 millones de personas, quizás más. ¿Qué pasa con los judíos? Con sólo 12 o 14 millones de personas… ¿por qué somos una de las "grandes" religiones del mundo?

Si no fuera por los judíos, no existiría el cristianismo ni el islam. Ambos se construyeron sobre las bases establecidas por el judaísmo. Antes de la religión judía, el mundo era pagano, no existía el concepto de monoteísmo. Los judíos cambiaron todo eso, y ahora la mitad del mundo cree en el concepto de un solo Dios.

Somos pocos, estamos dispersos y nos odian. ¿Somos candidatos para influir sobre el mundo? Claramente no. Pero de alguna manera, tal como lo predijo la Torá, somos quienes han tenido mayor impacto sobre el mundo que cualquier otra nación.

Un joven artista chino llamado Jin Gan vivió un tiempo en el hogar de Rav Motty Berger, un conocido disertante del programa Discovery. Jin Gan era una persona muy inteligente que llegó a estudiar en los Estados Unidos. Él estaba ansioso por aprender inglés, por lo que cada día leía la primera página del New York Times. Después de un tiempo, prestó atención que había tres países que casi constantemente estaban en los titulares: los Estados Unidos, la Unión Soviética e Israel.

Al no saber mucho sobre Israel, Jin Gan le preguntó a Rav Berger dónde quedaba ese país. Rav Berger sacó un mapa y le señaló el Medio Oriente.

—¿Ves ese espacio marrón?

—Sí.

—Bueno, eso es Egipto. ¿Ves este país aquí, esta pequeña área verde?

—Sí.

—Eso es Siria. Acércate un poco más. ¿Ves este pequeño punto aquí? ¿El que es tan pequeño que los nombres de las ciudades tienen que escribirse sobre el Mar Mediterráneo? ¡Ese punto es Israel!

—¿Eso es Israel? ¡No puedo creerlo! ¿Ese pequeño punto es el país que aparece todos los días en los titulares en primera plana? ¿Cuántas personas viven allí?

—Alrededor de 5 millones de judíos.

—¿Cinco millones de judíos? En un censo reciente realizado en China, concluyeron que hay más de mil millones de chinos… con un error estadístico de 48 millones… ¡Esto significa que estadísticamente hay 12 veces más personas no contadas en China que judíos en Israel!

Si quieres leer una noticia sobre China tienes que ir a la página 17 del New York Times. Para aparecer en la primera plana, tuvieron que asesinar a mil estudiantes en la Plaza Tiananmen. Para que Israel aparezca en primera plana, necesitamos que seis niños arrojen piedras a un Chevy. ¿Por qué es así?

Por alguna razón, a pesar de los pocos que somos, el mundo siempre nos está mirando.

Hay un libro llamado The Jewish Mystique, escrito por Ernest Vanderhaag. Él escribe que en los últimos 150 años de la civilización occidental, hubo cuatro personas que dieron forma al mundo: Marx, Freud, Einstein y Darwin. (¡Tres de ellos eran judíos, y uno estaba equivocado!) Y esto sólo en los últimos 150 años de civilización occidental, sólo décadas después de que a los judíos les permitieran entrar a las universidades…

La nación eterna, dispersa por el mundo, pocos en número, soportando un antisemitismo como el mundo nunca ha visto, y al mismo tiempo siendo una luz para las naciones.

¿Ridículo? Es exactamente lo que predijo la Torá, que en la época del Mashíaj las naciones nos suplicarán: "Enséñennos acerca de Dios. Ustedes parecen saber mucho más sobre Él que nosotros".

La gente a veces explica esto diciendo que dado que los judíos eran un pueblo tan perseguido y oprimido, los profetas inventaron eso para darles esperanzas y alentarlos.

No sé tú, pero si yo fuera un pueblo oprimido, ¿eso me alentaría? "Sigue adelante aunque estés abatido, porque un día todas las naciones del mundo acudirán a ti para que les enseñes sobre Dios…".

Si yo quisiera que los profetas me alentaran, les haría decir algo como: "Un día, Dios se encontrará con tus enemigos y los destruirá por completo. Y tú te apoderarás de sus propiedades y de su dinero. Entonces, vivirán felices para siempre…".

Pero, no. No importa lo que suframos, debemos ser una luz para las naciones.


MARAVILLA #6: LA INTERDEPENDENCIA ENTRE EL PUEBLO JUDÍO Y LA TIERRA DE ISRAEL


Durante milenios la tierra de Israel fue famosa por su fertilidad. ¿Recuerdas cuando estudiaste en la escuela sobre el Medio Oriente, cómo era llamada esa región del mundo?

Se llamaba "la media luna fértil". El Medio Oriente tenía una importancia estratégica. Controlaba las rutas comerciales de Europa, Asia y África. Toda la civilización antigua quería poseerla y mantenerla floreciente.

Pero vemos algo muy extraño. Mientras los judíos vivían en la tierra, la tierra siguió siendo fértil. En cuanto los judíos se marcharon, la tierra se convirtió en un desierto y ninguna otra nación fue capaz de cultivarla.

Hay una cita fascinante de Mark Twain, que visitó Israel en el año 1867:

"Viajamos varios kilómetros por un campo desolado, cuyo suelo es suficientemente rico pero está absolutamente entregado a las malezas. Una silenciosa, lamentable extensión… Hay aquí una desolación que ni siquiera la imaginación puede llegar a dotar con toda la pompa de la vida y de la acción. Llegamos a salvo a Tabor… Nunca vimos a un ser humano durante todo el camino. Seguimos adelante hacia el objetivo de nuestra campaña, la renombrada Jerusalem. Mientras más viajábamos más ardía el sol y el paisaje se volvía más rocoso, repulsivo y lóbrego… Apenas había algún árbol o arbusto. Incluso los olivos y los cactus, esos rápidos amigos de un suelo infértil, prácticamente han desertado del país. No existe un paisaje más agotador para los ojos que el que recibe a quien se acerca hacia Jerusalem… Jerusalem es lastimera, sombría y sin vida. Yo no desearía vivir aquí. Es una tierra sin esperanzas, lóbrega e inerte. No desearía vivir allí". (Mark Twain, "Inocentes a bordo", Vol. II, Harper and Brothers, q922, NY).

¿Alguien estuvo recientemente en Israel? ¿Te suena exacta esta descripción? Una vez más, un sorprendente y extraño fenómeno, desafiando por completo las leyes de la naturaleza. Cuando los judíos no están en la tierra, la tierra se vuelve un desierto desolado.

¿Ha ocurrido algo así en alguna otra parte del mundo? Los españoles llegaron a América y le quitaron la tierra a los aborígenes. La tierra era fértil y llena de cultivos. ¿Acaso de repente la tierra se convirtió en un desierto? ¡Por supuesto que no! No importa quién viva en la tierra. Si una tierra es fértil, siempre es fértil. Si es un desierto, es un desierto.

Pero no es así con la Tierra de Israel. La tierra sólo se volvió inhabitable cuando los judíos fueron exiliados. Una maravilla que desafía las leyes de la lógica.

MARAVILLA #7: EL MILAGROSO RETORNO DEL PUEBLO JUDÍO A SU PATRIA


En la séptima y última maravilla, se les prometió a los judíos que un día retornarían a su tierra. Y les dijeron qué ocurriría cuando lo hicieran: de pronto, después de años de desolación, la tierra volvería a cobrar vida.

Si has estado últimamente en Israel, lo debes haber visto con tus propios ojos. La tierra de hecho comenzó a florecer y los mercados están repletos de sus productos.

Cecil Roth, un profesor de Oxford y un judío no observante, escribió un libro llamado La historia de los judíos. Al final del libro, él escribió:

"Nuestro repaso a tres milenios y medio de historia judía ha concluido. Pero la historia que nos hemos propuesto contar no tiene fin. Hoy en día, el pueblo judío sigue teniendo esos elementos de fuerza y resiliencia que le permitieron superar todas las crisis de su pasado, sobreviviendo así a los imperios más poderosos de la antigüedad. A lo largo de nuestra historia, hubo elementos más débiles que eludieron los sacrificios que conlleva el judaísmo. En su gran mayoría, ellos han sido engullidos hace mucho tiempo. Sólo los más incondicionales han seguido adelante con las tradiciones de sus antepasados y ahora pueden mirar hacia atrás con orgullo por su magnífica herencia. ¿Vamos a formar parte de la mayoría débil o de la minoría incondicional? Por supuesto, somos nosotros quienes debemos decidirlo, pero al leer la historia judía surge un factor que tal vez nos ayude a decidir: la preservación de los judíos no ha sido algo casual. El judío ha perdurado gracias al poder de cierto ideal, basado en el reconocimiento de la influencia de un poder superior sobre los asuntos humanos De hecho, una y otra vez en su historia se han salvado del desastre de una maneta que sólo puede describirse como providencial. Este autor intentó deliberadamente escribir este libro con un espíritu secular, pero no cree que sus lectores puedan dejar de ver en cada página una inmanencia superior".

Obviamente, cuando Cecil Roth observó la historia, tal como tú la estás viendo ahora, vio las contradicciones imposibles: una nación eterna, exiliada y dispersa por todo el globo, sujeta a un intenso antisemitismo que debería asegurar su extinción; pocos en número y, sin embargo, a pesar de eso, una luz para las naciones. Una contradicción tras otra. La tierra no produjo nada cuando la habitaban sus enemigos. Pero cuando los judíos regresaron, los desiertos volvieron a florecer.

¿Sabes algo? La idea de que el pueblo judío regresara a su patria era considerado algo realmente absurdo por la mayor parte del mundo. Cuando se fundó el movimiento reformista en Alemania en la década de 1820, uno de los primeros elementos de la creencia judía que ellos rechazaron fue el concepto de un retorno a la tierra de Israel. Ellos declararon: "Alemania es nuestra patria. Berlín es nuestra Jerusalem". Entendían que era ridículo pensar en reasentarse en el desierto. "Estamos en Europa. Es obvio que estamos aquí para quedarnos, mira qué bien nos aceptan".

¿Eran tontos? No, eran racionalistas. Simplemente no entendían que en un mundo dirigido por Dios, no importa la lógica o lo que parezcan ser las cosas.

Tenemos una historia increíble. Una historia que no tiene ninguna lógica y que no sigue ninguna regla. Ningún otro pueblo ha experimentado una historia como la nuestra. Sin embargo, cada aspecto de nuestra historia fue predicho de antemano por nuestra Torá.

Si te interesa saber cómo cada una de las 7 maravillas fue predicha por la Torá, haz clic aquí.

Fuente: Aishlatino.com

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