No es ningún secreto que Alemania tiene una larga y vergonzosa historia de izquierdistas que odian a los judíos y que se confabulan con musulmanes que odian a los judíos.
Berlín ha sido golpeada por otra inquietante ola de antisemitismo cuando cientos de manifestantes musulmanes, principalmente inmigrantes, corearon “muerte a Israel” y “muerte a los judíos” en dos barrios de la ciudad con una gran presencia islámica, Kreuzberg y Neukölln. La manifestación se centró en la controversia en curso en el Monte del Templo en Jerusalén, donde palestinos radicales se atrincheraron en la Mezquita de al-Aqsa en violación de las reglas religiosas del recinto.
El embajador de Israel en Alemania, Ron Prosor, criticó duramente la manifestación, acusando a los participantes de abusar de las libertades de Alemania y pedir “sin reservas” la aniquilación de Israel y los judíos. En un poderoso tuit, también los acusó de “burlar los valores democráticos”, “cruzar todas las líneas rojas posibles” y “escupir en el pozo marrón [fascista] del que beben”.
La manifestación fue captada en vídeo, que muestra a los manifestantes coreando “Palestina libre” y consignas antisemitas. Según la organización Democ, los manifestantes también glorificaron el terrorismo.
Muchos musulmanes estaban envueltos en sus pañuelos de guerra palestinos (keffiyehs), que muchos creen que son el equivalente moderno de la esvástica nazi, mientras entonaban cánticos islámicos antijudíos genocidas. Por ejemplo, las turbas gritaban: “Del río al mar, Palestina será libre”, este es el código para erradicar el Estado de Israel y sus millones de judíos.
La manifestación ha provocado respuestas de funcionarios alemanes, y Felix Klein, el Comisionado Federal para la Lucha contra el Antisemitismo, y Katharina von Schnurbein, su homóloga europea, condenaron a los manifestantes. Von Schnurbein enfatizó que el discurso de odio contra los judíos es “doloroso e inaceptable” y debe ser castigado.
Los expertos critican la lucha de Alemania contra el antisemitismo. Henryk M. Broder, un judío alemán experto en antisemitismo, arremetió contra el comisionado de Berlín para combatir el antisemitismo, Samuel Salzborn, por prioridades equivocadas, incluido su enfoque en cambiar el nombre de las calles originalmente con nombres de antisemitas. Los críticos argumentan que Salzborn se centró en una prioridad de bajo nivel mientras la ciudad lucha contra el antisemitismo de inspiración islámica y el odio violento a los judíos.
No es ningún secreto que Alemania tiene una larga y vergonzosa historia de izquierdistas que odian a los judíos y que se confabulan con musulmanes que odian a los judíos. Pero, lamentablemente, Alemania ha hecho todo lo posible para borrar esta historia de su pasado.
Fuente: FUNDACIÓN RAID